Celestino emprende su viaje feliz y ligero, pero acaban llenándole la mochila de ?por si acasos? con los que no puede cargar.
En esta historia acompañamos a un entrañable pingüino a hacer el camino de Santiago y con él vamos siguiendo el ritmo de los versos de Gracia Iglesias.
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Vista previa: ¡BUEN CAMINO, CELESTINO!
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