Después de pintar las paredes del gran edificio dónde vive, Oto se tumba en el gran sofá del salón, enciende el televisor y sonríe. En la pantalla aparecen los personajes de su serie de dibujos favorita. No quiere perderse el último episodio de la tempora
Artículos relacionados
Vista previa: OTO Y OLI
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.