ODRIOZOLA, ELENA / PUERTA LEISSE, GUSTAVO / ODRIOZOLA BELÁSTEGUI ELENA
Lo maravilloso y terrible del amor es que no solo condiciona nuestra felicidad y el sentido que le damos a las cosas sino, también, la imagen que tenemos de nosotros mismos. Ser amados y sentir que amamos nos ilusiona: nos brinda la sensación de ser aceptados, de estar vivos y conectados con el mundo. Y el desamor pone en cuestión todo ello. Hay mucho en juego. Esa atención con que miramos y somos mirados, escuchamos y somos escuchados, tocamos y somos tocados nos hacen sentirnos a la vez nosotros mismos y parte de esa otra persona. Y, aunque eso funciona así tanto en el amor romántico como en la experiencia religiosa, es en el amor familiar donde toma forma nuestra manera de amar y sentirnos amados. Aprendemos amar siendo amados; enseñamos a amar, amando.