GRANDES, ALMUDENA
Con la parsimonia que se merecen las
obras de relieve, con la tenacidad y el entusiasmo de quien ama lo que hace y
sin el apresurado y enloquecido deseo de publicar a toda costa, Almudena Grandes nos regala su quinta novela. Los aires difíciles tiene el aliento de las grandes novelas
inolvidables, el vigor arrollador de
las historias que creíamos ya desaparecidas, la renovada confianza en que
la estructura y el ritmo narrativos arrastran e iluminan al lector mientras se
adentra en el laberinto de las pasiones humanas en conflicto.
Juan Olmedo
y Sara Gómez son dos extraños que se
instalan a principios de agosto en una urbanización de la costa gaditana
dispuestos a reiniciar sus vidas. Pronto sabemos que ambos arrastran un pasado
bien diferente en Madrid. Sin buscarlo, «abocados
a convivir como los únicos supervivientes de un naufragio», intercambiarán
confidencias y camaraderías gracias a la inesperada complicidad que propicia
compartir una asistenta, Maribel, y
el cuidado de los niños. Sara, hija
de padres menesterosos, que vivió una «singular infancia de vida prestada» con
su madrina en el barrio de Salamanca, sufre el estigma de quien lo tuvo todo y
luego lo perdió. Juan Olmedo, por su
parte, huye de otras injusticias: la de una tragedia familiar y un amor secreto
y torturante, que han estado a punto de arruinar su vida. Como el poniente y el levante, esos aires
difíciles que soplan bonancibles o borrascosos en la costa atlántica, sus
existencias parecen agitarse al dictado de un destino inhóspito, pero ellos
afirman su voluntad férrea de encauzarlo a su favor.