Marcos pasa una noche con su padre en los picos de Europa, en medio de una peligrosa ventisca, practicando el deporte de la escalada. El encuentro con un alpinista suizo hace que esa noche de riesgo extremo sea decisiva para el chico, que descubrirá lo que en un principio parecen ser poderes de la mente, pero que tienen que ver con una vida anterior en el cautivador país del Tíbet. El autor parte de una experiencia personal, aderezada con elementos mágicos y un fondo de reflexión crítica sobre el acoso de la globalización a las culturas minoritarias.