MARTÍN PEÑA, JOSÉ MANUEL
Algunos domingos acompaño a mi padre a pescar. Él tira la caña y yo paseo por la ribera. Me gusta cazar mariposas. Hay algunas mariposas que viven años y otras que sólo lo hacen un par de horas, lo justo para perpetuar la especie. Adoro tenerlas en mis manos, tan minúsculas y húmedas. Algunas veces cierro el puño, aprieto y siento como si un nudo se deshiciese; otras, las lanzo al aire, para que vuelen borrachas.
Sólo el fútbol me gusta tanto como las mariposas. Un buen regate es como el vuelo de una mariposa.